jueves, 28 de julio de 2016

lunes, 18 de julio de 2016

Sinodo antes del Aviso de Garabandal

Esta religiosa dijo que Conchita dijo que la Virgen le dijo que antes de los acontecimientos futuros se dara un sinodo importante. Se estará refiriendo al sinodo de la Familia del 2015?

que-implicaciones-puede-tener-para-un-joven-escuchar-musica-rock-rock-pesado/

Qhttp://www.Qteologoresponde.org/2014/03/20/que-implicaciones-puede-tener-para-un-joven-escuchar-musica-rock-rock-pesado/

miércoles, 6 de julio de 2016

Visiones del padre wilson salazar

hqttps://quncioncatolica.wordpress.com/2011/02/19/las-visiones-sobre-los-ultimos-tiempos-que-impactan-a-la-iglesia-padre-wilson-salazar-de-colombia/

Frank Morera - Sugiere Patrono de los ministro extraordinarios

Respuesta de Frank Morera en la pagina de ewtn a quien pregunto por el patrono de los ministros extraordinarios de la sagrada comunion

Respuesta de Frank Morera del dia 29/9/2010
Hola Abero no se de que haya patronos pues este ministerio es bastante reciente en la Iglesia, pero de ser nombrado uno yo creo que deberia ser San Tarciso.

San Tarcisio

La Iglesia Católica ha tenido muy especial cariño a este joven que con tanto amor llevaba la Comunión a los prisioneros y con tan enorme valor supo defender la Santa Eucaristía de los enemigos que intentaban profanarla. "No echéis a los perros lo sagrado ni a los cerdos lo muy valioso porque se volverán contra vosotros." Historia
San Tarcisio era un acólito o ayudante de los sacerdotes en Roma. Después de participar en una Santa Misa en las Catacumbas de San Calixto fue encargado por el obispo para llevar la Sagrada Eucaristía a los cristianos que estaban en la cárcel, prisioneros por proclamar su fe en Jesucristo. Por la calle se encontró con un grupo de jóvenes paganos que le preguntaron qué llevaba allí bajo su manto. El no les quiso decir, y los otros lo atacaron ferozmente para robarle la Eucaristía. El joven prefirió morir antes que entregar tan sagrado tesoro. Cuando estaba siendo apedreado llegó un soldado cristiano y alejó a los atacantes. Tarcisio le encomendó que les llevara la Sagrada Comunión a los encarcelados, y murió contento de haber podido dar su vida por defender el Sacramento y las Sagradas formas donde está el Cuerpo y la Sangre de Cristo. El libro oficial de las Vidas de Santos de la Iglesia, llamado "Martirologio Romano" cuenta así la vida de este santo: "En Roma, en la Vía Apia fue martirizado Tarcisio, acólito. Los paganos lo encontraron cuando transportaba el Sacramento del Cuerpo de Cristo y le preguntaron qué llevaba. Tarcisio quería cumplir aquello que dijo Jesús: "No arrojen las perlas a los cerdos", y se negó a responder. Los paganos lo apalearon y apedrearon hasta que exhaló el último suspiro pero no pudieron quitarle el Sacramento de Cristo. Los cristianos recogieron el cuerpo de Tarcisio y le dieron honrosa sepultura en el Cementerio de Calixto". Sobre su tumba escribió el Papa San Dámaso este hermoso epitafio: "Lector que lees estas líneas: te conviene recordar que el mérito de Tarcisio es muy parecido al del diácono San Esteban, a ellos los dos quiere honrar este epitafio. San Esteban fue muerto bajo una tempestad de pedradas por los enemigos de Cristo, a los cuales exhortaba a volverse mejores. Tarcisio, mientras lleva el sacramento de Cristo fue sorprendido por unos impíos que trataron de arrebatarle su tesoro para profanarlo. Prefirió morir y ser martirizado, antes que entregar a los perros rabiosos la Eucaristía que contiene la Carne Divina de Cristo".
Oración
San Tarcisio: mártir de la Eucaristía, pídele a Dios que todos y en todas partes demostremos un inmenso amor y un infinito respeto al Santísimo Sacramento donde está nuestro amigo Jesús, con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad
Que todos los Ministros Extraordinarios de la Comunion tengan este celo por el Señor que llevan.Bendiciones

quisiera saber el dia que se lo recuerda al patrono de los ministros extraordinarios de la comunion, el nombre y alguna reseña de su vida. gracias
Respuesta por Frank Morera el día 9/29/2010:
Hola Alberto.No se de que halla patronos pues este ministerio es bastante reciente en la Iglesia, pero de ser nombrado uno yo creo que deberia de ser San Tarcisio

San Tarcisio
La Iglesia Católica ha tenido muy especial cariño a este joven que con tanto amor llevaba la Comunión a los prisioneros y con tan enorme valor supo defender la Santa Eucaristía de los enemigos que intentaban profanarla. "No echéis a los perros lo sagrado ni a los cerdos lo muy valioso porque se volverán contra vosotros." Historia
San Tarcisio era un acólito o ayudante de los sacerdotes en Roma. Después de participar en una Santa Misa en las Catacumbas de San Calixto fue encargado por el obispo para llevar la Sagrada Eucaristía a los cristianos que estaban en la cárcel, prisioneros por proclamar su fe en Jesucristo. Por la calle se encontró con un grupo de jóvenes paganos que le preguntaron qué llevaba allí bajo su manto. El no les quiso decir, y los otros lo atacaron ferozmente para robarle la Eucaristía. El joven prefirió morir antes que entregar tan sagrado tesoro. Cuando estaba siendo apedreado llegó un soldado cristiano y alejó a los atacantes. Tarcisio le encomendó que les llevara la Sagrada Comunión a los encarcelados, y murió contento de haber podido dar su vida por defender el Sacramento y las Sagradas formas donde está el Cuerpo y la Sangre de Cristo. El libro oficial de las Vidas de Santos de la Iglesia, llamado "Martirologio Romano" cuenta así la vida de este santo: "En Roma, en la Vía Apia fue martirizado Tarcisio, acólito. Los paganos lo encontraron cuando transportaba el Sacramento del Cuerpo de Cristo y le preguntaron qué llevaba. Tarcisio quería cumplir aquello que dijo Jesús: "No arrojen las perlas a los cerdos", y se negó a responder. Los paganos lo apalearon y apedrearon hasta que exhaló el último suspiro pero no pudieron quitarle el Sacramento de Cristo. Los cristianos recogieron el cuerpo de Tarcisio y le dieron honrosa sepultura en el Cementerio de Calixto". Sobre su tumba escribió el Papa San Dámaso este hermoso epitafio: "Lector que lees estas líneas: te conviene recordar que el mérito de Tarcisio es muy parecido al del diácono San Esteban, a ellos los dos quiere honrar este epitafio. San Esteban fue muerto bajo una tempestad de pedradas por los enemigos de Cristo, a los cuales exhortaba a volverse mejores. Tarcisio, mientras lleva el sacramento de Cristo fue sorprendido por unos impíos que trataron de arrebatarle su tesoro para profanarlo. Prefirió morir y ser martirizado, antes que entregar a los perros rabiosos la Eucaristía que contiene la Carne Divina de Cristo".
Oración
San Tarcisio: mártir de la Eucaristía, pídele a Dios que todos y en todas partes demostremos un inmenso amor y un infinito respeto al Santísimo Sacramento donde está nuestro amigo Jesús, con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad
Que todos los Ministros Extraordinarios de la Comunion tengan este celo por el Señor que llevan.Bendiciones+

Patrono de los ministros extraordinarios de la sagrada comunion

quisiera saber el dia que se lo recuerda al patrono de los ministros extraordinarios de la comunion, el nombre y alguna reseña de su vida. gracias
Respuesta por Frank Morera el día 9/29/2010:
Hola Alberto.No se de que halla patronos pues este ministerio es bastante reciente en la Iglesia, pero de ser nombrado uno yo creo que deberia de ser San Tarcisio

San Tarcisio
La Iglesia Católica ha tenido muy especial cariño a este joven que con tanto amor llevaba la Comunión a los prisioneros y con tan enorme valor supo defender la Santa Eucaristía de los enemigos que intentaban profanarla. "No echéis a los perros lo sagrado ni a los cerdos lo muy valioso porque se volverán contra vosotros." Historia
San Tarcisio era un acólito o ayudante de los sacerdotes en Roma. Después de participar en una Santa Misa en las Catacumbas de San Calixto fue encargado por el obispo para llevar la Sagrada Eucaristía a los cristianos que estaban en la cárcel, prisioneros por proclamar su fe en Jesucristo. Por la calle se encontró con un grupo de jóvenes paganos que le preguntaron qué llevaba allí bajo su manto. El no les quiso decir, y los otros lo atacaron ferozmente para robarle la Eucaristía. El joven prefirió morir antes que entregar tan sagrado tesoro. Cuando estaba siendo apedreado llegó un soldado cristiano y alejó a los atacantes. Tarcisio le encomendó que les llevara la Sagrada Comunión a los encarcelados, y murió contento de haber podido dar su vida por defender el Sacramento y las Sagradas formas donde está el Cuerpo y la Sangre de Cristo. El libro oficial de las Vidas de Santos de la Iglesia, llamado "Martirologio Romano" cuenta así la vida de este santo: "En Roma, en la Vía Apia fue martirizado Tarcisio, acólito. Los paganos lo encontraron cuando transportaba el Sacramento del Cuerpo de Cristo y le preguntaron qué llevaba. Tarcisio quería cumplir aquello que dijo Jesús: "No arrojen las perlas a los cerdos", y se negó a responder. Los paganos lo apalearon y apedrearon hasta que exhaló el último suspiro pero no pudieron quitarle el Sacramento de Cristo. Los cristianos recogieron el cuerpo de Tarcisio y le dieron honrosa sepultura en el Cementerio de Calixto". Sobre su tumba escribió el Papa San Dámaso este hermoso epitafio: "Lector que lees estas líneas: te conviene recordar que el mérito de Tarcisio es muy parecido al del diácono San Esteban, a ellos los dos quiere honrar este epitafio. San Esteban fue muerto bajo una tempestad de pedradas por los enemigos de Cristo, a los cuales exhortaba a volverse mejores. Tarcisio, mientras lleva el sacramento de Cristo fue sorprendido por unos impíos que trataron de arrebatarle su tesoro para profanarlo. Prefirió morir y ser martirizado, antes que entregar a los perros rabiosos la Eucaristía que contiene la Carne Divina de Cristo".
Oración
San Tarcisio: mártir de la Eucaristía, pídele a Dios que todos y en todas partes demostremos un inmenso amor y un infinito respeto al Santísimo Sacramento donde está nuestro amigo Jesús, con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad
Que todos los Ministros Extraordinarios de la Comunion tengan este celo por el Señor que llevan.Bendiciones+

Fray Nelson-Que opina de recibir la Comunión de Manos No-Ordenadas

Fray, ¿podré hacer una pregunta…? Es sobre la distribución de la Eucaristía por manos no consagradas. María Simma una mujer que se le manifestaban las benditas almas del purgatorio, en su libro del cual no me acuerdo el título decía que las almas le decían que a Jesús no le gustaba que manos no consagradas tocaran su “Santo Cuerpo”, bueno yo la verdad en obediencia al Santo Padre, si me toca recibirla de un ministro de la Eucaristía, o de un diácono, pues lo hago, sin embargo la verdad prefiero recibirla de los sacerdotes. El padre XYZ (exorcista) se acoge a esto que dice María Simma y dice que es preferible no recibir la Eucaristía, si no es suministrada por un sacerdote. En verdad esto me inquieta, pues a veces es muy difícil, especialmente en eventos grandes poderlo hacer con el sacerdote, y no recibirla es como rechazar el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Gracias. -EV
“El bien más grande que tiene la Iglesia es la Caridad. Y después de él, el bien más grande que tiene es la Unidad. Estos dos bienes se reclaman el uno al otro porque sin caridad es imposible la unidad, y sin buscar la unidad es imposible crecer en la caridad. Puedes decir que Jesús, Nuestro Señor, quiso asegurar esos dos bienes otorgando el don del Espíritu Santo y la guía sabia de los Pastores, es decir, los Apóstoles y sus sucesores. Al Espíritu puedes atribuir el don de la caridad, como alma de la Iglesia, y a la guía de los Obispos, que suceden a los Apóstoles, puedes atribuir especialmente la custodia de la unidad.
Cristo no quiso que la unidad dependiera de ninguna otra creatura, fuerza, principio o idea, sino sólo de la acción interior del Espíritu y de la custodia solícita de los legítimos Pastores. Nosotros, por ejemplo, no podemos, en cuanto Ángeles, suplantar o cambiar lo que enseñan con su autoridad los Obispos, porque, así como Cristo concedió el ministerio de consagrar su Cuerpo no a los Ángeles sino a seres humanos, los sacerdotes, así también Cristo concedió la unidad del rebaño a los Obispos con la ayuda de sus sacerdotes, bajo el cayado del Sucesor de Pedro. Hay mucha lógica en esta decisión de Nuestro Señor, porque fíjate que los mismos ministros ordenados que consagran su Cuerpo Eucarístico cuidan y forman su Cuerpo Místico, que es la Iglesia.
Según todo eso, tu guía en esta y otras materias similares es muy sencilla: aquello que esté autorizado por el Obispo y tal como esté autorizado por el Obispo es lo que debes conservar como norma tuya, por encima de cualquier otra idea, inspiración o gusto que alguien pudiera tener. La única excepción se daría en el caso extremo en que el Obispo ordenase algo que fuera manifiestamente pecado, es decir, algo que siempre y en todo lugar deba considerarse como pecado, como por ejemplo: obrar cismáticamente o sea en división con la Sede de Pedro. En el caso que pregunta tu amiga no sucede eso, de modo que la recepción de la Sagrada Comunión no la puedes llamar pecado porque sea ofrecida por manos de personas no ordenadas. Y como no puedes decir que sea pecado no tienes derecho a considerar inválida la disposición que el Obispo haya hecho al respecto.
Esto no significa que no puedan sentir, algunas o muchas personas, que la disposición del Obispo es insuficiente o imprudente, pero no deben convertirse en cabezas ellos mismos, sino respetar lo que ha decidido la cabeza, que es el Obispo, y manifestar a él, si viene a lugar, cuáles son los descontentos o preocupaciones que tienen. Pero hasta de hacerse sobre la base de una obediencia plena al Obispo. Obrar de otro modo, aunque parezca piedad, engendra división.
Sin embargo, debes obrar con mucha prudencia si encuentras una persona a la que le cuesta obedecer. La prudencia no consiste en estar de acuerdo con la persona sino en orar por ella, decirle que tú prefieres obedecer, y mostrarle con testimonio de vida y palabras apropiadas la hermosura de la unidad que Cristo ha querido para su pueblo. En esto hay que tener firmeza, sin dejar nunca de obedecer al Obispo, pero también comprensión porque las personas que quieren desobedecer por razones de piedad seguramente tienen intenciones que, aunque no sean perfectas, son mejores que el deseo de pecar.
Pon entonces tus ojos en la unidad de la Iglesia, busca el consejo del Obispo y no tengas miedo de hablarle, si es el momento, para que sus ojos pueden ver cada cosa y cada tiempo como Cristo mismo los ve.”

A las almas del Purgatorio no les gustan los ministros extraordinarios de la Comunión

Entrevista a María Simma 



—¿Le han comentado las almas del purgatorio algo que no les gusta de las misas y que las entristece?

—Sí. El así llamado signo de la paz y agarrarse de las manos durante el padrenuestro son dos ejemplos. Tienen lugar justo después de la consagración, precisamente cuando deberíamos estar concentrándonos solamente en el Señor. Es entonces cuando Jesús se encuentra más cerca de nosotros, y es entonces cuando todos nos dispersamos, buscando a quien saludar, en lugar de quedarnos en oración profunda con Él, sin interrupciones, sin distraernos con alguien a quien casi no conocemos. Es como traer los rituales sociales dentro de la Iglesia, en lugar de acercar a Jesús más profundamente a los fieles. Digo "alguien a quien casi no conocemos" para que no bajemos la guardia. Son precisamente los lugares más sagrados donde más se infiltran los seguidores de Satanás. 
Y el contacto físico fortalece enormemente las maldiciones que desparraman. ¡Qué felices se sienten cuando toman de las manos o incluso abrazan a los fieles justo cuando se han distraído de la presencia de Jesús! El peligro acecha, generalmente, detrás de una falsa familiaridad o una unidad forzada. Esta forma de proceder, combinada con la falta de confesión, hace que las misas de hoy en día sean una caza fructífera para quienes han elegido atormentar a los seguidores de Cristo. Debemos rezar el padrenuestro solamente con quien nos dio la mayor todas los oraciones; e ir a saludar y a dar la mano fuera, más tarde, cuando tengamos tiempo y podamos elegir con quién hacerlo. Ser una verdadera persona de oración y prudente no implica no ser sociable o tener prejuicios.

Y también está el aplauso, por supuesto, que es lo peor de todo. Las parroquias son para rezar. Jesús se encuentra en el tabernáculo, ¡¿y nos tomamos tiempo para aplaudir simplemente a otro hombre por haber dicho algo o haber hecho algo que es simpático, correcto o con fuerza?! ¡No! Al aplaudir ponemos en peligro al sacerdote, o a quien dijo esa frase simpática, y elevamos su ego en lugar de ayudarlo en su humilde misión de acercarnos a Jesús. Esto está mal. Está en contra de la devoción que debemos enseñar o todos y en especial a los jóvenes en la actualidad. Todos los jóvenes se cogen de las manos y aplauden en la escuela, y debemos mostrarles que las parroquias
son solamente para encontrarnos con Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, Jesús y María. Para nada más.

—¿Fueron las propias almas quienes dijeron que el signo de la paz y agarrarse las manos les eran algo problemático?

—Sí, así es.

—¿Han dicho algo de los ministros extraordinarios de la Eucaristía?

—Sí. En condiciones normales, solamente las manos consagradas de los sacerdotes pueden distribuir la Comunión. La ley de la Iglesia dice que debe hacerse así salvo que haya "circunstancias extraordinarias", como que el sacerdote estuviera enfermo en cama . "Extraordinarias" no se refiere a que los fieles deban esperar dos minutos en lugar de diez para recibir la Comunión. Siempre debemos prepararnos en oración para recibir a Jesús, y las personas que insisten en hacer todo lo más rápido posible no saben el privilegio enorme y la fuente de gracias y de protección que obtenemos al recibir a Jesús.

Si alguien necesita pruebas de que a Dios no le gusta el modo atolondrado en que hoy en día se hacen uso de los ministros extraordinarios de la Eucaristía, puedo contar la siguiente historia sobre algo que ocurrió muy cerca de aquí hace poco tiempo.

No hace mucho falleció una mujer que solía repartir la Comunión y que había inducido a muchas otras mujeres a que obraran igual. Yo no la conocía muy bien, pero había oído hablar mucho de ella. Antes del funeral, el ataúd estaba abierto para que la familia y los amigos pudieran despedirse. En el momento previsto, se cerró el ataúd. Pero antes de que hubiera transcurrido una hora, un pariente cercano llegó tarde y le pidió al sacerdote que por favor lo abriera brevemente para poder despedirse de la difunta al igual que el resto. El sacerdote accedió y, con una o dos personas presentes, levantó la tapa y miró dentro. Fueron testigos de algo que no era lo que habían visto un rato antes. Las manos de la mujer se habían vuelto de color negro. Este signo, para mí, como para el resto, fue una confirmación de Dios de que las manos no consagradas no pueden distribuir a Jesús durante la Comunión.

Por otro lado, el llamado "altar del pueblo " también es algo que deleita a Satanás. Jesús presente en el tabernáculo debería estar siempre en el centro de la Iglesia. Al dar la vuelta al altar sucedieron varias cosas. Para empezar, la concentración de los fieles en Jesús se disipó por tener ahora la cara del sacerdote entre medias, y la cara, como todo el mundo sabe, es el punto de comunicación más fuerte entre las personas. Solamente durante la homilía deberían concentrarse los fieles en el párroco, en su palabra y en su rostro. Al dar la vuelta al altar se dejó a Jesús en un lugar secundario, lo que dio como resultado el que se lo dejara en un costado y luego, por último, como sucede hoy en día en muchas iglesias, totalmente separado, en un ala distinta o hasta en una habitación totalmente separada. Precisamente esto es lo que Satanás tenía en mente desde el principio, ¡deshacerse de Jesús!

—¿Hay otros casos de revelaciones privadas en los que también se han expresado quejas sobre estos asuntos, similares a lo que las almas le han dicho?

—Así es. Una aparición mariana que me comentó alguien de confianza confirma ciertamente lo que las almas dicen. Esta aparición tuvo lugar durante el transcurso de una misa, algunos minutos después de la consagración. Nuestra Madre se le apareció a la vidente que se encontraba allí como lo hace habitualmente. Sin embargo, en esta oportunidad no rezó ni habló con la vidente y desapareció segundos después de bendecir al pequeño grupo. Cuando las demás personas presentes le preguntaron por qué había ocurrido todo tan rápido, su respuesta (con un movimiento de la mano) fue: "Porque Jesús estaba parado allí". Entonces, si Nuestra Madre no cree que sea apropiado
comunicarse con alguien mientras Nuestro Señor está presente en cuerpo y sangre, ¡¿cómo se atreve alguien a interrumpir nuestra comunicación con Él?!
Y recientemente se ha publicado que distribuir la comunión en la mano era la cuarta advertencia dada a la religiosa que vio a Nuestra Madre en Akita, Japón. Escuchar esto me puso muy contenta.

—¿En su opinión, cada cuánto deberíamos asistir a misa?

—Todos los días. ¿Se sorprende?; no se sorprenda. Para acercarnos más a Dios debemos, primero, buscar tiempo para él con un poco de disciplina. ¿No nos regaló Él la vida y el tiempo? Entonces, ¿tanto nos cuesta devolverle una parte de cada día a cambio? Sé que la sociedad actual nos tiene a todos programados para correr de un lado a otro con innumerables excusas para negar lo que necesita el tercio de nuestro ser que consiste en lo espiritual. El hombre necesita alimento tanto para su cuerpo como para su mente y para su vida espiritual. Si se ignora alguna de estas tres dimensiones, nunca podremos alcanzar el equilibrio y la plenitud, y por lo tanto, permanecemos incompletos. Dios nunca quiere que alguien se retrase. Le aseguro, de corazón, que una vez que le damos este tiempo a Jesús, nos sorprenderemos pronto de poder haber vivido antes de otra forma. Dios nos trae tanta paz, tanta fuerza y felicidad. Jesús no es una más de las ayudas psicológicas, es Dios, y, por lo tanto, nuestro verdadero y único mejor amigo.

El mencionar la misa diaria me recuerda a una señora del purgatorio que se me apareció. Cuando le hice la pregunta acostumbrada, respondió: "Vaya y dígale a mis hijos que seré liberada cuando ellos ofrezcan setenta y cinco misas de diario por mí. Me encuentro en el purgatorio porque no les enseñé el valor de la misa de diario". Entonces me comuniqué con esta familia y les dije lo que su madre me había dicho. No era una familia pobre, y uno de los hijos comentó: ''Bien, pediremos que se celebren setenta y cinco misas, y ya está". "No", les dije firmemente, "eso no sirve, porque la razón por la que todavía está en el purgatorio es por no haberos enseñado el valor de asistir a misa los días laborables. Debéis asistir juntos a setenta y cinco misas y llevar a vuestra madre en el corazón como única intención. Eso es lo que quiere de vosotros". Después de vaguear un poco, aceptaron. Verá, Dios tenía un plan aún más grande para ellos. Desde que les di esta noticia puedo decir, con seguridad, que han continuado asistiendo a misa casi diariamente; y de esta forma, lo que recibieron fue diez veces más que simplemente saber que su madre se encontraba en el Cielo. Quizás hasta ahorraron dinero (risas).

—¿Qué ocurre o cómo nos debilitamos cuando no hacemos caso de nuestra faceta espiritual?
—Si esa faceta tan importante permanece inactiva, buscaremos inconscientemente un sustituto, un sostén donde apoyarnos para compensar esa ausencia. Así, muchas veces se cae fácilmente en las drogas, en el alcohol, en el sexo, en una total dependencia por conseguir dinero, poder o estatus social o en huir a alguna secta que prometa paz y plenitud, donde no se avisa de que quienes lideran la secta están en comunión con espíritus malignos.

—María, ¿y la Misa es lo que mejor llena esta necesidad, más que cualquier otra cosa?
—¡Sin duda! La misa es la forma más poderosa que tenemos de alcanzar a Dios; es la oración más poderosa que nos ha dado Dios. Su amor por nosotros, todo su sacrificio por nosotros, se hace vivo a través de la misa, en formas que no podemos imaginar.

—¿Qué es entonces lo más acertado que podemos hacer por las almas difuntas cuando se trata de ofrecer una misa por ellas?

—Lo más rápido (y lo más cómodo y menos cariñoso) es contentarnos con un pequeño ofrecimiento y que el sacerdote lo anote en su libro de intenciones. Es mucho mejor (y hay pruebas que evidencian que se dan más purificaciones y liberaciones cuando un familiar o un amigo cercano acude como penitente) asistir a la misa por el difunto. Lo mejor para ayudar a las almas es pedir que se anote el nombre del difunto en el libro de intenciones y que alguien esté presente para que interceda por él. Esta es la forma más completa, la más precisa, la más pura y la más afectuosa de todas.